La inutilidad de resistir a Dios
¿Por qué es tan difícil resistirse al chocolate y tan fácil resistirse a Dios?
¿Por qué es tan difícil resistirse al chocolate y tan fácil resistirse a Dios?
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.
Cuando el vino se acabó, la madre de Jesús le dijo: Ya no tienen vino.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Este es el día que hizo el Señor;
Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Solo en Dios reposa mi alma;
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. De cierto les digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensará. Y al orar, no usen vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Ya que has puesto al Señor por tu refugio,
A él le toca crecer, y a mí menguar.
Pero mi justo vivirá por la fe. Y, si se vuelve atrás, no será de mi agrado.
Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
...pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.
A veces tenemos una relación servil con Dios, pero en lugar de ser siervos, parecemos amos... pedimos, declaramos, casi mandamos. No somos señores, sino siervos. Aun así, esperamos bendiciones de Dios, paz, prosperidad y salud, entre otras cosas. Ahora, ¿qué espera Dios de nosotros?
Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
Jesús es conocido como el León de la tribu de Judá. Esa poderosa referencia nos revela la majestad, fuerza y autoridad que él posee. Cuando hablamos de un león, inmediatamente nos viene a la mente un animal bravo, valeroso y dominante. ¡Así es nuestro Señor Jesús!